Género(s): Post-Rock / Drone
Sello: Constellation
Año: 2015
En una de las pocas entrevistas concedidas por Efrim Menuck,
guitarrista y compositor musical canadiense, podemos leer lo siguiente: “El
periodo entre los diecisiete y los veintitrés años fue muy complicado para mí. Estaba
sin hogar, destruido y totalmente jodido. Y todas las personas que conocía estaban
sin hogar, destruidas y jodidas. Fue entonces cuando todo apareció en mi mente:
descubrí que el mundo era injusto y que las reglas del juego no iban a cambiar”.
Poco después de su crisis post adolescencia, y con tan solo veinticuatro años,
este joven decepcionado fundó Godspeed
You! Black Emperor, al lado de dos amigos suyos, sin saber, por supuesto,
que en las décadas siguientes su banda se iba a convertir en una de las
influencias más notables y prestigiosas del post-rock mundial, llegando a ser
comparada con bandas como Swans o Mogwai.
Pero el proceso ha sido largo.
En 1997 aparece F#, A#, ∞ (sí, título
raro; se lee: Fa Sostenido, La Sostenido, infinito), el primer álbum de la
banda canadiense, lleno de música apocalíptica y de letras con cierto contenido
político. Sin embargo, no sería hasta el año 2000, con Lift Your Skinny Fists Like Antennas To Heaven, que lograrían el
reconocimiento de la crítica, obteniendo halagos por todas partes y compitiendo
con el Kid A de Radiohead por el título de mejor álbum del año. La verdad es que Gospeed You! es una de esas bandas que
puede cambiar la vida de quien escuche su música con la suficiente
concentración. El rock orquestal compuesto a partir de estructuras descabelladas y movimientos inspirados en la música clásica es su marca
registrada. Con un sonido inconfundible, los de Montreal (que ya no son tres,
sino casi una decena, entre violinistas, tecladistas, guitarristas y
percusionistas) se han mantenido en vigencia, publicando nuevas producciones cada
cierto tiempo y satisfaciendo a su gran número de seguidores a través de
imponentes muestras de inventiva artística. Tres años después del aclamado Allelujah! Don’t Bend! Ascend!, Godspeed You! Black Emperor está de
vuelta, esta vez más drone y austero que nunca, con un álbum que no llega a los
cuarenta minutos de duración y logra deslumbrar en varios momentos.
Quienes conocemos la música de
Godspeed You! sabemos que la
búsqueda de nuevos rumbos no es lo suyo. Asunder,
Sweet and Other Distress no constituye, ni por poco, un cambio de paradigma
en el estilo de la banda. Como bien afirmó Mark
Richardson en la reseña que escribió para Pitchfork, este es un álbum que
tranquilamente pudo haber sido lanzado hace trece años, pues no hay nada muy
nuevo si lo comparamos con los trabajos anteriores de la banda. La propuesta se
mantiene, aunque, eso sí, y esto es de lo que vale la pena hablar, se pone un
énfasis en ciertos elementos que, a la larga, ha devenido en un resultado
bastante regular. Como ya es costumbre, el álbum consta de cuatro canciones y
tres movimientos principales. En el tema de inicio, “Peasantry or Light! Inside of Light!”, lo primero que escuchamos
es una percusión que irá marcando las pausas y los momentos violentos mediante
unos platillos resonantes. Se une una guitarra y, con el pasar de los minutos,
algunos instrumentos de cuerda más, para que, paulatinamente, se vaya
produciendo un crescendo que nunca llega a un nivel de intensidad muy alto. En
muchos tramos, por cierto, el tema juega con efectos sicodélicos de guitarras, algo
que hace pensar que estamos escuchando una especie de versión híper experimental
de Pink Floyd.
Ni bien termina la primera
canción, toca decirle adiós a las guitarras y las baterías por un buen rato. El
drone, en su más puro estado, comienza con “Lambs’
Breath” y se prolonga hasta el término de “Asunder, Sweet”, tercera y penúltima canción. Desde “Lambs’ Breath”, el trabajo digital
suplanta a los instrumentos. Escuchamos una composición abstracta, con
diversidad de efectos y escasez de melodías. Si bien las vibraciones y los
sonidos sueltos nos mantienen en permanente estado de tensión durante buena
parte de los casi diez minutos que dura esta canción, el resultado me pareció
más bien plano, sobre todo tomando en cuenta los dos últimos minutos, consistentes
en la prolongación de una misma nota que aturde y no aporta gran cosa, quedándose
en la intrascendencia y en la incapacidad de justificar su existencia. Por su
lado, “Asunder, Sweet” sigue el
mismo camino, pues se concentra en las distorsiones y en lo digital para dejar
de lado a la instrumentación. Con poco más de seis minutos, esta es la canción
más corta del álbum, y tiene como atractivo una interesante y progresiva
incursión de muchos sonidos futuristas, excéntricos, que parecen sacados de una
película de ciencia ficción. Pese a que los chicos de Godspeed You! nunca dejan claro hacia dónde va la música en este
punto, la manera en que evoluciona la composición —como lo que finalmente es: una
fusión premeditada de sonidos— llega a ser fascinante hacia el último tercio de
la misma, haciendo recordar a artistas como el también canadiense Tim Hecker, célebre por su magistral manejo del ambient experimental.
El final del álbum es
majestuoso. “Piss Crowns Are Trebled”,
la última de la lista, es un vaivén de emociones, dado que logra mantener una
intensidad notable de principio a fin, algo para resaltar sin duda alguna. Aquí
reaparecen las baterías y las guitarras, anunciando el regreso del Godspeed You! Black Emperor más
clásico, el del rock orquestal, multiforme y hecho a base de varias fases de
composición. Solo con atención, en la segunda mitad del tema nos damos cuenta
de la inmensidad de la música, de que estamos escuchando algo tan ambicioso
como disfrutable, una sinfonía rock compuesta en 3/4 con un trabajo de
producción admirable que no ha logrado otra cosa que los catorce minutos más
envolventes y compactos de Asunder, Sweet
and Other Distress.
No cabe duda: este no es el
álbum más memorable de Godspeed You!
y tampoco parece haber sido pensado para serlo. Sin embargo, es un álbum que
vale la pena escuchar. Se trata de una banda de culto y esta producción no es
un tropiezo en su carrera. Creo, más bien, que es la reafirmación de un
concepto musical, el cual sigue siendo bien defendido por los canadienses y no
se ha desgastado del todo. “Pienso que fue bueno que nos volviéramos a juntar
para hacer música, nos sentimos más fuertes, aunque nuestra escena musical es
una escena rara. Al final del día, lo único que hacemos es empujar nuestros
amplificadores al escenario, bajar la cabeza para mirar nuestros instrumentos y
creer que, con mucha esperanza, todo estará bien”, responde Efrim Menuck en la misma entrevista
aludida al inicio, cuando se le pregunta por el reencuentro del grupo, ocurrido
en 2010. Asunder, Sweet and Other
Distress es el producto de esa fuerza, de esa simpleza que se complejiza en
nombre del arte. Como Menuck, aquellos
músicos que nunca llegan a estar muy seguros de lo que hacen son quienes
terminan siendo los mejores, pues muchas veces no existe mejor motivación que la incertidumbre.
Mis Favoritas:
1) Peasantry or 'Light! Inside of Light!'
3) Asunder, Sweet
4) Piss Crowns Are Trebled
Clic para escuchar:
https://soundcloud.com/constellation-records/godspeed-you-black-emperor-peasantry-or-light-inside-of-light-excerpt
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